viernes, 23 de mayo de 2008

Los extraterrestres ¿Se comunican con neutrinos?


Hasta ahora, los promotores de la idea de que hay vida extraterrestre, inteligente (supongo), que está en contacto con la humanidad, han utilizado cuanto recurso está a su alcance para aumentar su credibilidad, excepto evidencias claras y concisas de este supuesto hecho.

Uno de los recursos más utilizados es precisamente aprovechar los éxitos de su contraparte: la ciencia y el avance tecnológico (humanos ambos, por supuesto). Ya en otras entradas hablé sobre la coincidencia entre los supuestos avistamientos de OVNI´s y la proliferación de ingenios voladores de manufactura humana:

Resulta curioso que desde que el ser humano ha inventado aparatos que vuelan (globos, dirigibles, aviones, cohetes, helicópteros, etc.) también ha aumentado el número de avistamientos de Objetos Voladores NO Identificados (OVNI). No es que antes de estas invenciones y desarrollos no hubiera avistamientos de fenómenos que en apariencia no tienen o no tenían explicación (fuegos de san Telmo, fuegos fatuos, centellas, relámpagos, sprites, aerolitos, etc.), sino que el número total de objetos visibles en vuelo o suspendidos en el aire ha aumentado considerablemente desde finales del siglo XIX.

Por las locuras de un astrónomo notable, Percival Lowell, se supuso que había habitantes inteligentes en Marte que habrían construido los famosos pero falsos canales, lo cual desató la imaginación de un ejército de fantasiosos periodistas, escritores y hasta cineastas que explotaron esa idea errónea. Después de todo en su momento contaba con el aval de un destacado observador académico.

Después de que se demostró con subsiguientes observaciones que los canales observados no eran sino variaciones en la luz reflejada desde Marte debidas a tormentas de polvo y arena o bien a defectos y vicios de observación, la idea de que había una civilización marciana (y que además estaba en contacto con los atrasados humanos) ha seguido vigente, hasta este 2008, por mala fortuna, aunque con menos fuerza que entonces (mis contemporáneos no me dejarán mentir; hasta la música popular de mediados del siglo pasado se vio influenciada por este paradigma: Los marcianos llegaron ya, y llegaron bailando el ricachá... así llaman en Marte al cha cha cha).

Una vez que se agotó (más o menos) la idea de que los extraterrestres venían desde Marte o desde un lugar cercano al sistema solar, otras ideas científicas fueron utilizadas para los intentos de explicación del fenómeno OVNI. Cuando en la década de 1980 se inició la revolución de supercuerdas, la posibilidad de tener un universo de más de 4 dimensiones comenzó a atraer a los ávidos teóricos de los OVNI's: Ahora no eran marcianos sino multidimensionales, extradimensionales o al menos cuatridimensionales (espaciales) los que nos visitaban o contactaban.

Ahora, ha surgido un nuevo campo de estudio (y una nueva sugerencia para el contacto extraterrestre) relacionado con los neutrinos. Un artículo en physicsworld.com revela que los investigadores de SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence) pueden haber estado equivocados al buscar con telescopios y radiotelescopios las tan ansiadas señales de extraterrestres. John Learned de la Universidad de Hawaii y sus colegas han desarrollado la hipótesis de que es a través de neutrinos como las posibles civilizaciones extraterrestres pueden estar tratando de comunicarse con el resto del universo. No sólo la hipótesis sino el experimento para la detección de esas posibles señales.

La propuesta resulta un tanto extraña, ya que los neutrinos son partículas extremadamente difíciles de detectar. Se producen en el decaimiento beta (emisión de electrones o de positrones desde el núcleo), y su existencia fue predicha por Wolfgang Pauli en 1930, debido a que durante esta desintegración del neutrón, quedaba un hueco en el balance de energía y de spin. Dice la wikipedia:

Pauli interpretó que tanto la masa como la energía serían conservadas si una partícula hipotética denominada «neutrino» participase en la desintegración incorporando las cantidades perdidas. Desgraciadamente la partícula prevista había de ser muy escurridiza, sin masa, ni carga, ni interacción fuerte por lo que con los medios de la época no podía ser detectada. De hecho, la posibilidad de que un neutrino interactúe con la materia es muy pequeña. Se necesitaría un bloque de plomo de una longitud de un año luz para detener la mitad de los neutrinos que lo atravesasen.

Los investigadores suponen que que los haces de neutrinos de los extraterrestres podrían ser pulsados y direccionales, y que los mensajes probablemente serían enviados mediante algo parecido a un código Morse, o sea con un intervalo de tiempo variable entre pulsos utilizados para codificar la información.

También suponen que una civilización
avanzada no utilizaría neutrinos con energías menores a un millón de electrón-voltios, para evitar cualquier interferencia de los neutrinos producidos por la desintegración radiactiva natural y los procesos estelares. Sugieren que los cazadores SETI deberían enfocarse en un nivel específico de energía de 6.3 petaelectron-voltios (PeV), que es 6.3x1015 eV. Esta es la energía en la que la "resonancia Glashow" se lleva a cabo, según el cual un electrón antineutrino interactúa con un electrón para crear un partícula W negativa.

En cuanto a la capacidad de interceptar estos supuestos mensajes, los investigadores creen que esto será posible utilizando la próxima generación de telescopios de neutrinos, con un detector de volumen de alrededor de 1 km cúbico. Entre ellos figuran el telescopio IceCube (como el ilustrado en la imagen de esta nota) en construcción en el Polo Sur y un posible sucesor de los observatorios ANTARES, NESTOR y NEMO en el Mediterráneo. Esta es una opinión compartida por Francis Halzen, investigador principal de IceCube. De hecho, las observaciones tendrían que significar indicios tajantes, pues no se conocen mecanismos naturales para hacer los neutrinos de 6.3 PeV. La detección de dos o más de estas partículas sería una evidencia testigo de que habían sido producidos artificialmente.

Ahora sólo hay que esperar que en las mentes de los charlatanes que claman por la existencia inequívoca de extraterrestres (y los consiguientes presupuestos reclamados a universidades, gobiernos y asociaciones civiles, con el propósito de seguir hablando del tema), se fragüen las historias de contactos neutrínicos con civilizaciones más allá.

Y es que si al menos hubiese visto hace unos 10 años (o más) que ya se hablaba de este tipo de contactos, lo tomaría con más prudencia. Pero la avalancha de las neutrino-explicaciones de contactos extraterrestres apenas va a empezar, adivino. Aun sin que el IceCube inicie operaciones.

Como dijo Stevie Wonder: Ya veremos que pasa.

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