jueves, 9 de abril de 2009

La visión de Obama sobre armamento nuclear

Para hacer la paz se necesitan dos; pero para hacer la guerra basta con uno sólo.

Arthur Neville Chamberlain

Desde Nature
Por Declan Butler
Traducción: KC


El presidente de los EE.UU. extiende el compromiso norteamericano para la reducción de armas nucleares.

La cumbre de Reikiavik en 1986, entre Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev, marcó un punto de inflexión en la historia de la carrera de armamentos nucleares entre las dos superpotencias, con posteriores debates que llevaron a una reducción sin precedentes en sus arsenales nucleares. El ambicioso discurso sobre el desarme que el Presidente Barack Obama emitió en Praga el 5 de abril puede ser un hito similar en el camino a su objetivo declarado de "un mundo sin armas nucleares".

"Si su administración puede lograr la mitad de esto, veremos en el futoro este como un discurso histórico", dice Jessica Tuchman Mathews, presidente de la Dotación Carnegie para la Paz Internacional en Washington DC. Pavel Podvig, un experto en asuntos nucleares de Rusia en el Centro Internacional para la Seguridad y la Cooperación en la Universidad de Stanford en California, añade que "es un gran compromiso y un muy buen comienzo, pero dependerá en gran medida de las características específicas de implementación".

Los elementos clave del discurso de Obama fueron la reducción de las armas; la ratificación de del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares; nuevas facultades de inspección y control internacional de combustible nuclear civil; controles sobre la producción de materiales con categoría para armas; nuevos esfuerzos para limitar los materiales nucleares no controlados; y nuevas actitudes militares. ¿Cuáles son las perspectivas y los obstáculos, frente a cada una de estas aspiraciones?

• Un nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), que se ampliaría para incluir a todos los Estados poseedores de armas nucleares. Los debates Rekjavik llevaron en 1991 a la firma del tratado START I, que limitó los arsenales de los Estados Unidos y Rusia a 6,000 ojivas estratégicas y 1,600 sistemas de lanzamiento. Pero este tratado, dramático en su momento, expira en diciembre y los tratados sucesores, nunca fueron ratificados.

Obama y su homólogo ruso Dmitry Medvedev dicen que discutirán un nuevo Tratado START antes de que finalice el año; se informa que incluirá el adelgazamiento de los arsenales a 1,500 ojivas estratégicas, y más tarde a sólo 1,000, al mismo tiempo reducir a la mitad el número de misiles y bombarderos que los pueden acarrear. En cuanto a las otras potencias nucleares reconocidas, el Reino Unido ha dicho este mes que está abierto a las discusiones multilaterales, pero Francia no ha hecho ninguna declaración similar, aunque ha anunciado recortes unilaterales. China ha reclamado históricamente a favor de la reducción a cero, siempre y cuando los Estados Unidos y Rusia actúen en un compromiso similar.

Las nuevas negociaciones bilaterales del Tratado START se llevarán a cabo en un contexto de continua acritud hacia las propuestas de EE.UU. sobre un escudo de misiles defensivos en Europa. "Cualquier discusión con Rusia tendría que empezar con una retirada de armas nucleares de EE.UU. en Europa", dice Podvig, un movimiento que sería polémico dentro de la OTAN. Pero tanto los Estados Unidos y Rusia son expertos en la complejidad de los tratados de desarme y, habida cuenta de la voluntad política, un tratado sobre estas líneas parece muy posible.

• Ratificación de los EE.UU. del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBT). Desde que se firmó en 1996, 148 Estados han ratificado el Tratado, los Estados Unidos y China son los únicos Estados reconocidos en materia de armas nucleares que no lo han hecho. El Senado de los EE.UU. rechazó la ratificación del Tratado en 1999, pero algunas preocupaciones técnicas expresadas entonces se han aliviado. En términos de la verificabilidad, la red de vigilancia sísmica en todo el mundo ha demostrado ser capaz de detectar explosiones con menos de una décima parte del tamaño de la explosión de Hiroshima, y se ha avanzado en el monitoreo atmosférico de firmas de "pistola humeante" constituídas por gases nobles y otros radionucleidos. El programa de "gestión de existencias" encaminado a garantizar la integridad de armas de los EE.UU. sin necesidad de ensayos nucleares hasta la fecha parece haber sido un gran éxito.

Las Academias Nacionales de los EE.UU., que lanzaron su peso detrás del CTBT en un informe de 2002, presidido por John Holdren, ahora asesor de ciencia de Obama, son uno de los muchos órganos influyentes de EE.UU. que apoyan la ratificación. Prominentes estadistas norteamericanos, entre ellos George Shultz y Henry Kissinger, ex secretarios de Estado republicanos, también se han pronunciado a favor. Las voces republicanas podrían ser de particular importancia para Obama. Aunque tendrá sólo 8 votos republicanos para aprobar el tratado, en comparación con los 22 que necesitó Bill Clinton en 1999, probablemente querrá un más amplio voto bipartidista a favor.

Más recursos y autoridad para reforzar las inspecciones internacionales. A pesar de una creciente carga de trabajo, el presupuesto para el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que lleva a cabo inspecciones internacionales, no ha aumentado durante la mayor parte de los dos últimos decenios. El director general saliente del OIEA, Mohamed ElBaradei, dice que los 400 millones de dólares de presupuesto deberían duplicarse si se quiere que la agencia haga su trabajo. Los recursos no son el único obstáculo. El OIEA se limita a la inspección de instalaciones nucleares declaradas y no pueden buscar los sitios clandestinos. Un "protocolo adicional" de 1997 para el acuerdo de salvaguardias del OIEA le otorga poderes adicionales a este respecto, pero muchos países - incluyendo Irán, donde podría tener efectos importantes - todavía tienen que firmar el documento.

• Un marco de "banco de combustible" para la cooperación civil. Esta propuesta proporciona apoyo a los planes del OIEA para ofrecer el acceso al combustible nuclear de instalaciones que se ponen bajo control multilateral, por lo tanto disociando el uso de la energía nuclear de instalaciones nacionales de enriquecimiento que también se puede utilizar como material de categoría para armas - como ha sido, por ejemplo, Corea del Norte (que puso a prueba un satélite con misil lanzador de largo alcance el día del discurso de Obama - véase la nota en Nature).

Dicho sistema podría ayudar a aliviar la tensión entre los objetivos del sistema del OIEA de limitar la proliferación y permitir la propagación de la energía nuclear con fines pacíficos. La tensión fue claramente visible en el hecho de que los Estados miembros del organismo no llegaron a un acuerdo sobre un sucesor para ElBaradei el mes pasado. Yukiya Amano de Japón se percibía como centrado en las salvaguardias, mientras que Abdul Samad Minty de Sudáfrica, fue visto como el candidato para la ampliación de la energía nuclear en los países en vías de desarrollo. Los Estados miembros ahora presentan nuevos nombres en la búsqueda de un candidato de consenso, con una votación que se celebrará probablemente en mayo.

• Un nuevo tratado para poner fin a la producción de material fisionable para armas nucleares. Un Tratado de Limitación en la Producción de Material Fisionable fue propuesto originalmente en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Comprometería a todos los signatarios a dejar de producir material de la categoría de armas. Según Jean du Preez, un experto en armas en el Monterey Institute of International Studies en California, esta puede ser una manera de limitar la producción de armas en los estados que producen armas no oficiales - India, Pakistán, Corea del Norte e Israel - que actualmente no son miembros del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) de 1968. Un tratado de este tipo plantearía enormes problemas logísticos y políticos en términos de acceso, inventario y control, pero se pondría de nuevo sobre la mesa en la conferencia de examen del NPT de 2010, y quizá con el tiempo podría ser un gran paso hacia un mundo libre de armas nucleares.

• Un nuevo esfuerzo internacional para asegurar todos los materiales nucleares vulnerables. Obama propuso una Cumbre Mundial sobre la Seguridad Nuclear, organizado por los Estados Unidos, con una agenda que incluye la transformación de los dos programas existentes - La Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación de 2003, una coalición internacional destinada a combatir el tráfico nuclear, y la Iniciativa Mundial para Combatir el Terrorismo Nuclear de 2006 - en instituciones internacionales permanentes. El OIEA no tiene aún un claro mandato en este ámbito.

• Reducir el papel de las armas nucleares en la estrategia de seguridad nacional de los EE.UU. Lo que podría parecer uno de las propuestas más mundanos de desarme en el discurso de Obama, puede ser más importante incluso que la reducción en el número de armas, y puede llegar a subrayar todas sus propuestas de no proliferación. Hasta el momento, los cinco Estados poseedores de armas nucleares reconocidas por el NPT han ignorado en gran medida la negociación central del tratado; que deberían desarmarse al igual que otros se abstienen de proliferar armas. En lugar de ello, han mantenido y ampliado a menudo, el papel 'fundamental' de las armas nucleares en su política. Comprometiéndose al uso de las armas nucleares sólo en el caso de un ataque nuclear, podrían contribuir en gran medida a la creación de un entorno más propicio para medidas más amplias de no proliferación.

Imagen: P. JOSEK / REUTERS


P.D. Refiero al artículo Breve revisión histórica y crítica del concepto "overkill", para más datos sobre el estado mundial desde hace varias décadas, como resultado de la carrera armamentista nuclear.
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