viernes, 22 de octubre de 2010

La fe en dios ¿nos hará millonarios?

El que está satisfecho con su parte es rico.


Lao-tsé



Hace algún tiempo tuve una etapa de penurias monetarias. No tenía trabajo fijo y había que mantener a mi familia. Fue una etapa difícil, pero que finalmente pude superar. Durante ese lapso, llegué a platicar con algunas personas sobre mis problemas. No faltó quien, sabiendo de mi agnosticismo y falta de fe, me aconsejara que me acercara a dios para pedirle que la abundancia regresara a mi vida, que retornara al buen camino del señor y que me cobijara con su palabra. Según estas personas eso haría que mi situación mejorase.


El resultado fue que mi situación mejoró sin necesidad de cambiar mi modo de pensar. Cambió por otras razones, porque no dejé de buscar oportunidades de trabajo, de mejores ingresos, de mejores perspectivas económicas. No me dejé vencer por lo oscuro del panorama financiero del país. No bajé la guardia y seguí buscando.


Pero siempre me quedé con la intención de analizar el consejo que la gente me daba. Sobre todo por las posibles implicaciones que podría tener, en caso de ser cierto eso de que si uno "se acerca a dios" entonces dios, de alguna forma, le premiará con mejores ingresos.


La fe cuantificada


Antes de iniciar el análisis, debo decir que la pregunta que da título a la entrada no se refiere a que podemos hacernos millonarios manejando la fe de otros, porque esa faceta está bastante comprobada. Ese sería el caso de sectas religiosas como la Fraternidad Cristiana de Guatemala.


El primer punto de análisis es la forma en que supuestamente uno debe pedir a dios la abundancia. De acuerdo con la gente que me aconsejó, la petición debe hacerse con fe, mucha fe. Las preguntas obligadas serían, si yo deseo mil dólares (por decir una cantidad) ¿Con cuanta fé debo pedírselo a dios? ¿Cuántas veces al día? ¿Hay una forma de cuantificar la fe contenida en los rezos y peticiones a dios? Y si es así, entonces si pido un millón de dólares ¿Debo aumentar la fe en mil veces con relación a la de mi petición por mil dólares?


Y al revés. La gente que ya obtuvo un millón de dólares ¿tuvo una fe de ese tamaño? La gente pobre, que vive en condiciones infrahumanas ¿esta así porque no tiene fe en dios? Si sólo dependiera de pedirle a dios, esos millones de pobres en el mundo ¿No lo habrán hecho ya? Y si ya lo hicieron ¿Por qué siguen siendo pobres?


Me gustaría referir un ejemplo que apunta hacia el lado contrario del consejo recibido. Uno de los países más pobres en latinoamérica, Bolivia, tiene un índice de pobreza (porcentaje de la población por debajo del nivel de pobreza) de 60, de acuerdo con index mundi. Pero otra estadística muestra que el 73 por ciento de la población de ese país profesa la religión católica, y que el total de la población con algún tipo de religión es de 88% (sólo un 12% sin religión). Mi razonamiento es que al parecer no hay una relación directa entre creencia religiosa y bienestar económico.


Causas y efectos


Podemos pensar que la causa de la pobreza o de la riqueza reside en el sistema económico de una región o país. Podemos pensar que hay sistemas que favorecen una distribución de ingresos más equitativa, pero eso también tiene sus puntos débiles. Cuba tiene un sistema socialista que distribuye ciertos satisfactores en forma equitativa; sin importar sus ingresos (que en pormedio pueden ser de entre 10 y 20 dólares al mes), los Cubanos tienen acceso a la educación, salud, luz eléctrica y el agua potable. A pesar de estas dificultades económicas es raro apreciar en las calles cubanas a personas de extrema pobreza, como sí se pueden observas en otros países latinoamericanos. Pero por otro lado, en los EE. UU., considerado el país más rico del mundo, un censo de 2005 reveló que 21 de cada 100 estadounidenses son pobres (http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=682013). Aunque este valor se contrapone al valor de index mundi, que se reporta como 12 (12% debajo del nivel de pobreza) para nuestros vecinos del Norte.


Podemos pensar también que las causas de pobreza o abundancia son estrictamente personales (sin considerar el sistema económico en el que se desarrolle la persona). Pero eso sería descartar las causas externas que ciertamente influyen. Es bien sabido que en una economía desarrollada es menos probable tener altos niveles de pobreza.


El caso de la fe religiosa como causa de pobreza o abundancia no está plenamente documentado. Ha habido algunos intentos como el de Guillermo Gómez Santibáñez, Director del Centro Interuniversitario de Estudios Latinoamericanos y Caribeños “Mauricio López” (CIELAC). En su blog cuestiona "La pobreza de Nicaragua ¿tiene alguna relación con su intensa devoción religiosa?". Cito un párrafo de su autoría:


El creciente mercado religioso, se expresa y evidencia en la oferta y demanda de testimonios de milagros, sanaciones y riquezas, bajo una actitud e ideología conocida como “teología de la prosperidad”, la que tiene entre sus características principales el establecimiento de una relación causa-efecto entre la aceptación de una fe y el disfrute de la abundancia económica, acompañada de una pastoral gerencial.




Y sin embargo, el mismo autor nos dice: "Dentro de la escala de países con menos desarrollo, la CEPAL sitúa a Nicaragua en el lugar 180. Su nivel de pobreza es comparable con los países de Africa". Yo interpreto que su conclusión es que "lo más seguro es que quien sabe". El hecho es que Nicaragua es un país pobre, sin importar las nuevas olas de religiosidad que se presentan en muchos países.


Por lo pronto, lo que es indiscutible es que mucha gente que tiene fe en dios no tiene propsperidad, al menos no en el modo en el que se inició esta entrada, en términos de miles o millones de dólares. Y lo contrario también sucede. Hay gente que tiene prosperidad económica y que es bastante religiosa. Pero las estadísticas muestran que son los menos.


Finalmente, al igual que la pobreza y la abundancia, las religiones están en todo el mundo (excepto en las zonas inhabitadas), como puede verse en el siguiente mapa.






El control de la inconformidad


Pero también se debe considerar lo que la cita de entrada nos dice, en las palabras de Lao-Tse. Una auto programación para sentirnos satisfechos con lo que tenemos puede traer un poco de paz a nuestras vidas. Hay gente que acude a la fe religiosa para llegar a ese estado de tranquilidad (no quisiera llamarle conformismo). Teniendo una actitud positiva hacia las dificultades (aunque sea con la ayuda de la fe religiosa) puede hacer el cambio. La autosugestión sobre la fatalidad, el destino o las variables ocultas como causa de una falta de prosperidad finalmente tiene sus consecuencias (principalmente en el momento de tomar una decisión frente a una oportunidad de mejora).


Habemos otros que sin necesidad de tener fe, podemos llegar también a ese estado de neutralidad emocional respecto a los bienes materiales y financieros. Aunque es recomendable siempre tener un plan de vida que nos fije metas más allá de nuestro estado actual (estado financiero, estado de satisfacción, estado de confort).


Después de todo, los humanos somos seres de retos, y la historia nos demuestra que la gente que venció esos retos es la gente que hace la diferencia. Consideremos que la inconformidad puede resolverse de dos formas, avanzando en forma activa para salir de ella, o sugestionandonos para abolirla.


La conclusión de la casa es que es mejor no confiarnos en en la causa divina y más bien empeñarnos en fomentar la causa terrena.


Ilustración de entrada: Cartón de Garzón. Tomado de: El Espectador. http://www.polodemocratico.net/spip.php?page=caricatura&id_article=5021

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace algunos años en visperas de la primera comunion de Sergito, mi hijo menor, Erick, mi hijo mayor no se habia confesado, fuimos a la parroquia con la idea de que el cura lo confesaria, pues resulta que el tal curita no estaba haciendo nada de nada, solo sentadote en la sacristia, se nos hizo facil pedirle confesra a mi hijo y el muy hijo de su chingada madre se burlo diciendo que ni loco confesaria fuera del horario establecido y se largo riendose. Eso me molesto mucho y pense que si ne vez de pedirle un sacramento le hubiera dicho que le llevada un donativo economico a eso si no le pondria pero ni horario, sino que de inmediato hubiera estirado la manota.

Y muchos años mas atras, el papa de unos vecinos estaba ya para morir en su casa, el hijo mayor salio en su bicicleta al templo mas cercano a pedirle al cura de ahi que por favor fuera a darle los ultimos sacramentos, le pregunto el sacerdote el domicilio, cuando le dijo donde vivia le dijo que no iria ya que le tocaba a otra parroquia que quedaba muy alejada de donde vivia esta familia, siendo que ahi donde ese cura se nego era muy carcana a su casa, total el pobre murio sin recibir los ultimos sacramentos.

Un caso mas, un sobrino de mi esposa desahuaciado por metastasis y al que le daban tres meses de vida, le pedi a la monja que en ese tiempo era directora del colegio donde estudiaban mis hijos oraran por el muchacho, me consta que jamas me preguntaron el nombre ni dato alguno de este joven, es mas senti que ni caso me hicieron, en fin, resulta que a base de las quimioterapias este muchacho se curo totalmente, luego que en una charla le comente a la monja el suceso, de inmediato le adjudicaron el "milagro" al fundador de su congregacion, he de decir que nadie de la familia ni conocidos jamas pidieron la intercesion de ese sujeto para su curacion, y como les fueron echando para abajo todos los supuestos milagros a este sujeto, solo les queda a las monjas el de la sanacion del sobrino de mi esposa, incluso es la causa que tienen en el vaticano para la canonizacion de su fundador.

En vista de tal mentira por parte de las monjas, fui a hablar con ellas y les hice ver que jamas se encomendpo la salud del enfermo a su padre, por que asi lo llaman y que en todo momento negariamos haberlo encomendado a esa persona, solo me respondieron que el merito era divino y no humano y gracias a su "santito".

Como colofon solo dire que los unicos que logran riqueza economica son aquellos que dirigen a sus fieles quienes los siguen ciegamente por temor al "castigo eterno".

Hasta la fecha no conozco un solo cura que viva de acuerdo a lo que predica, mas bien son unos fariseos que ponen cargas sobre los demas y ellos no llevan ninguna.

Sergio

Recientes ciudadanos de Higadolandia